El 13 de noviembre se ha celebrado el primer seminario del proyecto europeo Newapp. La jornada fue inaugurada a las 9:30 por el Secretario Autonómico de Medio Ambiente del Gobierno Valenciano, D. Victoriano Sánchez-Barcáiztegui, quien en su discurso, recalcó la apuesta del Gobierno Valenciano por las nuevas tecnologías en el tratamiento de residuos que permitan cumplir los objetivos en Medio Ambiente de la Unión Europea.
La jornada se abrió con una exposición de Ilmo. Director General de Calidad Ambiental de la Generalitat Valenciana D. Vicente Tejedo Tormo, sobre el Plan Integral de Residuos de la Generalitat y en concreto sobre las posibles aplicaciones de nuevas tecnologías a la fracción orgánica de residuos orgánicos. El director general puso de manifiesto el interés de la Generalitat en implantar nuevas tecnologías para el tratamiento de residuos orgánicos siempre y cuando éstas rebajen los costes de gestión y valorización de los residuos y sean beneficiosas para el Medio Ambiente.
A continuación el Instituto de Tecnología Química (ITQ), realizó una descripción del Proyecto Newapp, sus objetivos y diferentes etapas de trabajo. El proyecto Newapp persigue la valorización de materia orgánica húmeda que habitualmente no se aprovecha por el elevado coste energético que tiene su secado, para la obtención de productos similares al carbón de alto valor. En concreto, dentro del proyecto Newapp se persigue la investigación en diversos tipos de materia orgánica, como fracción orgánica de residuos, lodos de depuradora, restos de cocina y sector agroalimentario.
La tecnología de carbonización hidrotermal (HTC) permite la deshidratación de materia orgánica con altos niveles de humedad con un balance energético óptimo, por esta razón, permite la valorización de un amplio abanico de biomasas que no tienen otra posibilidad de valorización. Ingelia ha realizado y patentado un diseño industrial que aplica la tecnología HTC. El diseño de Ingelia es modular, formado a base de reactores con capacidad de tratamiento de 3000 ton/año en base seca, lo que permite dimensionar las plantas en función de la cantidad de materia prima y reduce los costes logísticos y el riesgo de escalado, permitiendo a su vez mantener el funcionamiento de la planta en caso de parada de alguna línea. Además el diseño de Ingelia minimiza el capex y el opex al no disponer de partes móviles ni intercambiadores de calor.
Tambie se expuso el modelo de biorrefinería descentralizada que se consigue aplicando la tecnología HTC a la valorización de diferentes tipos de biomasas húmedas de una zona. Se consigue la valorización de todos los residuos orgánicos generados y la obtención de tres productos: biocarbón, agua fertilizada y aceites esenciales. El biocarbón, inicialmente destinado al sector energético para producción de calor, tiene también otras propiedades como materia prima en la industria, base para pilas de combustible o como sustrato para regeneración de suelos. La fase líquida del proceso, proveniente de la humedad contenida en la biomasa de entrada, contiene los componentes inorgánicos que las plantas utilizaron en su día para crecer, como N, K, etc. que son devueltos a los campos y plantaciones, disminuyendo así sus necesidades de fertilizantes químicos. Los aceites esenciales, que también están siendo investigados por el ITQ a través de un programa INNPACTO financiado por el Ministerio Economía, tienen aplicación como productos bioquímicos en la industria farmacéutica y fragancias. Se consigue de esta manera un círculo sostenible que permite aprovechar la luz del Sol. Las plantas mediante la realización de la fotosíntesis consiguen la absorción de CO2 de atmósfera, y con nutrientes del suelo, incorporan el carbono y desprenden el oxígeno. Con HTC se concentra el carbono de la biomasa y se devuelven estos nutrientes al suelo.
A su vez, Smarty Agency describió el sector de gestión residuos en Italia poniendo de manifiesto que en Italia hacen falta nuevas instalaciones para de tratamiento de residuo orgánico y realizó una comparación entre la aplicación decarbonización hidrotermal y de otras tecnologías como el compostaje o biometanización a la valorización de residuos orgánicos. La tecnología HTC requiere menos espacio y tiene una duración del proceso mucho menor, consiguiendo una concentración del carbono más elevada, por lo que la eficiencia energética del proceso en cuanto a energía recuperada en el biocarbón es 360% superior. Además el biocarbón HTC presenta varias vías de comercialización frente a la única vía que presenta el compost o el biogás. Teniendo en cuenta únicamente el uso como compost del biocarbón HTC, se observa que el concentrado de nutrientes y carbono en el biocarbón, reducen los costes logísticos de transporte y almacenaje, permitiendo que su valor por tonelada sea diez veces superior. Como conclusión de la exposición se puso de manifiesto que la carbonización hidrotermal es una tecnología fácil y atractiva que permite la generación de productos a un coste bastante más bajo que con otros procesos petroquímicos, cuyas características superan en muchos casos los “Golden Standards”.
La jornada finalizó con la exposición de CPL Industries. CPL es líder europeo en distribución de combustibles sólidos, con el 65% de cuota de mercado, han desarrollado y patentado el producto “ecoal 50” formado al 50% por carbón y 50% biomasa y apuestan por el carbón HTC como el siguiente paso en el desarrollo de combustibles sólidos renovables. Además el biocarbón HTC es comparativamente similar a otros combustibles sólidos usados en el sector doméstico y tiene más densidad energética que otros combustibles de biomasa. La posibilidad de fabricación del biocarbón cerca de las instalaciones de consumo representa una ventaja por la disminución de costes de transporte que conlleva. Adicionalmente, el hecho de que en Irlanda y Francia las tasas de emisiones de CO2 sean altas y tengan previsión de aumentar, hace estratégica la apuesta por el biocarbón HTC que permite evitar el pago de esta tasa. El gobierno del Reino Unido, además fomenta el consumo de calor renovable y ha aumentado en 812 MW las instalaciones de combustión de biomasa, por los que se espera un aumento del consumo de biocombustibles de 240.000 toneladas, de las cuales la mitad serán pellets de madera. En el Reino Unido, las tasas por valorización de residuo orgánico, rondan entre los 35 y 60 €/ton, lo que hace los parámetros económicos del HTC todavía más atractivos que los de otras tecnologías competidoras como la torrefacción que necesitan materia prima con bajos niveles de humedad y tienen unos costes de torrefacción de aproximadamente 100€/ton. Por ello CPL ve el biocarbón HTC estratégico para cubrir un hueco de mercado
europeo que se genera gracias a las tasas de CO2 y como socio de Ingelia ofrecerá un acuerdo de compra del biocarbón de cada una de las plantas licitadas con tecnología de Ingelia. Como conclusión, CPL busca acuerdos a tres partes entre Ingelia, aportando su experiencia con la tecnología, gestores de residuos realizando una gestión más sostenible de los residuos y CPL aportando una vía de comercialización del biocarbón, a través de distribución propia y de acuerdos con los principales distribuidores europeos.